Neuroscience applied to companies By María Delgado,
Chief People Officer at Coderio.
Desde hace años, las organizaciones se encuentran redoblando esfuerzos para crear espacios y proyectos laborales que permitan a los colaboradores desarrollar todo su potencial, aplicar sus conocimientos y, así, generar la mejor experiencia posible, tanto a nivel profesional como personal.
El crecimiento de una organización ya no sólo se basa en invertir en mejoras tecnológicas y alcanzar ganancias económicas: desarrollar las habilidades y capacidades intelectuales de los trabajadores hoy es esencial. Y, en ese sentido, entender el proceso por el cual las personas percibimos la información, la procesamos en nuestro cerebro y desarrollamos nuestras competencias ocupa un rol central.
Las neurociencias han realizado aportes considerables hacia el campo gerencial y empresarial, en los que se destaca el interés por comprender cómo el ser humano piensa y actúa con el fin de favorecer el desarrollo individual y mejorar la satisfacción y productividad en el trabajo.
Cuando trabajar es un placer
Múltiples estudios han demostrado que las personas prestan más atención a la información negativa que a la positiva o neutral. Estadísticamente, cuando se les pregunta por sus eventos emocionales más importantes, por cada cuatro recuerdos negativos surge sólo uno positivo.
Mientras las personas recuerdan las críticas, responden a los elogios. El primero los hace defensivos y, por lo tanto, es poco probable que cambien. El segundo produce confianza y el deseo de desempeñarse mejor. Las personas que desarrollan sus fortalezas pueden alcanzar su máximo potencial.
En ese sentido, activar el circuito del placer en el entorno laboral es una función del liderazgo. No tenerlo en cuenta conspira contra la productividad porque desborda al organismo, favorece la fatiga y anula el sentido de pertenencia -el famoso Síndrome “burnout”, que se caracteriza por la despersonalización en las tareas, el bajo rendimiento y el desgaste emocional y físico-.
El cerebro es un sistema económico, tiende a minimizar las amenazas y a aumentar las recompensas. Vamos a repetir aquello que fue premiado mientras que trataremos de evitar lo que derivó en una amenaza.
Dejar de lado el miedo y estimular entornos de confianza es una de las bases para mejorar la productividad y la motivación en el ámbito laboral.
Por ello, el reconocimiento constante de los logros lentamente se va transformando en una práctica habitual. Cada gratificación activa el circuito cerebral del placer, aumenta el bienestar en los empleados y mejora la productividad. La liberación de dopamina que produce el reconocimiento hace que el trabajo se torne disfrutable.
Un claro ejemplo, que es tendencia a nivel mundial en empresas, es la adopción de herramientas que, mediante aplausos o valoraciones, brinda recursos para mejorar la experiencia de los empleados y reforzar la cultura interna de la compañía. En Coderio hemos implementado Nailted con muchísimo éxito y rápida aceptación entre nuestros colaboradores.
A través de un sistema de encuestas y aplausos, se mide semanalmente el desempeño de cada colaborador de forma anónima, se fomenta el feedback y se reconocen las mejores prácticas y acciones laborales.
Otro descubrimiento de la neurociencia que atañe directamente al trabajo en equipo, es el de la neurodiversidad. Se demostró que la diversidad cognitiva es crucial para la efectividad de los equipos.
Los grupos de trabajo homogéneos son menos creativos y no logran innovar frente a situaciones novedosas. En cambio, los equipos que aceptan las diferencias tienen diversos modos de interacción, crean opciones nuevas para las situaciones que se les presentan y son más proclives a innovar y mejorar los procesos de trabajo.
Pronóstico para 2022: buen clima laboral
Los medios para que alguien sienta que su labor importa y que es reconocida no son sólo los ascensos o recompensas monetarias. La acción de valorar el trabajo del equipo y reconocer cuando cada persona contribuye al éxito de la organización son acciones que encienden las mismas zonas del cerebro que se activan ante un reconocimiento económico inesperado. Las nuevas generaciones valoran las experiencias por sobre lo material, por ello los beneficios “intangibles” y el salario emocional cobran mayor sentido.
Acciones como programas de wellness, flex time, días off, acceso a workshops, capacitaciones y meetups, trabajo remoto y licencias extendidas -entre otras que se ofrecen en Coderio– van de la mano y suman a esta teoría.
Favorecer el desarrollo individual mediante la estimulación de las funciones cognitivas, mejorar los procesos de trabajo teniendo en cuenta la actividad cerebral y generar un buen clima laboral son algunas de las inquietudes que descansan sobre la neurociencia. Aquellos directivos que sepan capitalizarlo y comprendan que sus acciones influyen en el modo de actuar de su equipo gozarán de una capacidad de liderazgo superior que hará que su compañía se distinga de otras y, a la par, alcance mejores resultados.